Cuando somos pequeños... "Todo" es muy facil. Solo tenemos que preocuparnos de jugar y de sonreir.
Vemos los comportamientos de los mayores y los imitamos, queremos ser como ellos, pero siempre sin darle importancia a nada y con una sonrisa en la cara. Somos felices.
A medida que vamos creciendo seguimos jugando pero cada vez más imitando la realidad... Le decimos a nuestros padres que no somos tan niños.
Seguimos creciendo y entramos en la adolescencia, una etapa muy dificil en la que le damos demasiada importancia a todo, sin saber los problemas que se nos presentará en un futuro y que serán de verdad y no tonterias de la que hacemos un mundo.
Ya casi no jugamos, queremos ser mayores, pero a medida que creecemos nos damos cuenta que todo es más dificil de lo que creíamos. Nos separamos de nuestros amigos, e incluso de nuestro mejor amigo o amiga...simplemente por encontrar a otra persona a la que le dedica todo su tiempo, o porque se marcha a estudiar, o simplemente se marcha. No tenemos por qué dejar de ser amigas o amigos, pero es inevitable el distanciarse.
Ya no quiero crecer.
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